viernes, 27 de marzo de 2009

Es que si no es esto, ¿qué?

Ni quejarse es bueno. Por un lado, lo sabía; por otro, lo esperaba.
Y es que siempre me quejé de __________, bajo el argumento de que me mentía.
Y yo, siempre en mi papel de investigador privado y deductor profesional, le argumentaba tan exquisitamente que YO tenía la razón sobre cuando me engañaba, que la dejaba sin historias... y sin ganas de contradecirme.


Me acusó de no ser intuitivo.
Le respodí que, según Shakira, las mujeres son las de la intuición, y además no podía contradecirme sobre un post pasado en donde aseguré que las mujeres tienen un sexto sentido.
Y junto con mi argumento de Shakira, le aseguré que me dedico, en ratos libres, a malpensar de las personas y a descubrir (es lo que creo) sus mentiras, al menos las de _____________.
El caso ahora es que mi frustración es mucho mayor que mi enojo. Y mi enojo mucho mayor que mis ganas. Y mis ganas, mucho mayores que mi razón; y mi razón, mucho menor que mi "amor".


Regreso.
Y le dije ya a varias personas: es que, si siempre estuve seguro de sus mentiras, siempre se las señalé oportunamente, las etiqueté, mostré, exhibí, demostré y persuadí, si siempre me justifiqué teniendo la razón... ¿por que me quejo, si al tener yo la razón me hice cómplice de sus pendejadas al permitírselas?
Y ahora encuentro el porqué:
-Porque la quiero.
-Porque me choca.
-Porque me punza.
-Porque lo quiero.
-Porque me miente.
-Porque no puedo.
-Porque no quiere.
-Porque no puede.
-Porque no le pude dar un orgasmo.
-Porque se va.
-Porque se aleja.
-Porque se acera.
-Porque se me antoja.
-Porque otro sí se lo pudo dar.
-Porque yo no puedo.
-Porque lo extraña.
-Porque me enoja.
-Porque la tengo.
-A medias.
-A veces.
-Cuando hay suerte.
-Cuando él no le llama.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Cogió mi sexo, cojió sus cosas, y se fue...

AAAAAAAAAAAGGGRRRR!!!! Hackers, malditos hackers, con una chingada, que me usurpado el facebook y sin decir agua va, eliminaron a “2003” de mi lista de amigos!!!, recarajo.

No, ya en serio, con la mano en la cintura y en un arranque de rabieta, me borró de sus listas de todo.

¡Guay! Y yo que le pedí mandarnos al carajo de una forma llena de civilidad, de adultez, madurez, y sin afán de lucro.

Y sólo por dejarla sola cuando necesitó un pañuelo en dónde sonarse los mocos mientras olvida a su quinceañero de 30 años…

Jo’er, macho, que no entiendo.

lunes, 23 de marzo de 2009

Nada personal

Nomás porque me gustó cómo suena... su ritmo, su rima (si es que la tiene, yo no estudié letras hispánicas)
De ocho cogidas yo me venía dos. Y a final de cuentas la sensación del enojo dura más tiempo que la del orgasmo.
No es costeable.
Es unicamente tuyo. Ya no existes, que este post no se interprete de otra forma. Si es que lo lees.

De nuevo de vuelta

Esto se me ocurrió mientras orinaba sentado:

La mujer tiene un sexto sentido. Todo descubre.