miércoles, 27 de febrero de 2008

Cinturones

Hace algunos días, leía en el MILENIO NOVEDADES, que existe, en la periferia de mi ciudad, un enorme y muy gordo cinturón de miseria y me dejó pensando…”hasta donde llega el ingenio del mexicano, que ya se agenció cinturones de piel, de plástico, tela, lona, de castidad, etc, como para que ahora se hayan sacado de la manga uno de miseria”… y fue hasta después de leer y adentrarme un poco más a la nota que entendí tristemente que el famosísimo cinturón al que se referían no era para fijar el pantalón a la cintura, sino para atar esa imagen pestilente de pobreza a nuestra mexicanidad.
Las fotos del reportero gráfico eran tanto o más emotivas que aquellas en donde se ve a Ruth Zavaleta junto a Emilio Gamboa y anexas debatiendo acerca de los 11 días que se autorizaron de asueto mientras se alistaban para cobrar lo siguiente:
-Los diputados federales del país ganan al mes 152,446 pesos, de los cuales 77,888 pesos son de la dieta, 45,786 para asistencia legislativa y 28,772 para sus actividades de gestión y atención ciudadana-
Y es que, con una dieta de ese tamaño cualquier entendería porqué Agustín Carstens, está de esos tamaños…bueno, cualquiera que supiera que una “dieta legislativa” no se refiere propiamente a la alimentación.
Alimentación que precisamente es lo que le viene faltando a los jovenazos esos que nomás no muestran signos de estar abatidos y que se dan el tiempo de sonreírle al fotógrafo que capta su desgracia… una desgracia que, muy seguramente por su corta edad, aún no comprenden.
Y eso es que, mientras tengamos por líder cameral/diputadazo y enorme representante de los campesinos, zapatista, bolivariano, cheguevarista y bien trajeado a Carlos Berlín, la imagen misma de la humildad, tendremos a bien entender los porqués de la miseria.

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